Tatuajes de Resiliencia: El gran significado del optimismo
Cada día se ven más tatuajes pequeños realizados con frases y palabras especiales de amor o superación personal. Los tatuajes con la palabra resiliencia están de moda, pero ¿sabes realmente todo el significado que tiene esta palabra para la persona que lo lleva tatuado en su piel? Te contamos todos los secretos que hay detrás del tatuaje con la palabra “Resiliencia”
DEFINICION DE RESILIENCIA
La resiliencia corresponde a la capacidad que tenemos para afrontar los grandes cambios de manera positiva. Mirándolo desde el punto de vista de las ciencias sociales, la definición de resiliencia trata de convertir algo malo y negativo en algo bueno y positivo. Por ejemplo, personas que vivieron en condiciones de alto riesgo social rodeados de violencia, abusos y drogas que han podido desarrollar habilidades y ser exitosos en la vida. Etimológicamente hablando, la palabra “resiliencia” proviene del latín resilio, siendo entonces el significado de resiliencia “volver atrás”.
Con la Resiliencia una persona puede utilizar cualquier experiencia negativa como un aprendizaje y absorber así cualquier pequeño indicio de fracaso o estrés para poder utilizarlo como el motor del cambio de su vida y no como un pozo sin fondo. Se ha demostrado cómo una buena actitud optimista frente a la vida puede ayudar al cerebro a pelear contra cualquier emoción negativa. Así que es muy recomendable practicar la resiliencia y hacerte un tatuaje con esta magnífica palabra puede ser el punto de partida para cambiar el rumbo de una vida.
Realizando diversos ejercicios, el cuerpo puede entrenarse para promover respuestas positivas y multiplicarlas por 1000, logrando de esta forma generar un amortiguador natural contra la depresión y el estrés para poder manejar todo lo negativo y transformarlo en algo bueno tanto mental como físicamente.
Un tatuaje de resiliencia también puede estar acompañado de diversas frases especiales y hasta dibujos, todo depende del buen hacer del tatuador y el diseño que desea el cliente. Cada tatuaje de resiliencia es único y personalizado, aunque los más comunes suelen estar diseñados con un trazo fino y elegante con diseños curvados con diversas flechas, infinitos, corazones o cintas.
Características de una persona resiliente
Si te vas a tatuar esta palabra en tu piel debes saber todo lo que implica. Ser resiliente implica poseer diferentes habilidades, valores y aptitudes que dependerá de cada persona, entre estas cualidades destacan las siguientes:
Tener la capacidad de identificar la raíz del problema: Hay que intentar determinar de dónde viene la causa de la dificultad a la que nos enfrentamos, si de algo externo o si es algo interno. Una persona con esta habilidad puede analizarse a sí misma con objetividad y así poder saber si la causa del problema es ella misma y plantear cualquier solución a sus problemas.
Manejar las emociones: Se requiere autocontrol, autodominio. Las personas resilientes pueden manejar sus pensamientos, de modo que estos no controlen el rumbo de su vida, ni les permita perder de vista el objetivo marcado ante cualquier adversidad. La resiliencia, también mantiene a raya los pensamientos negativos que pueda tener una persona, ya que estos pensamientos a la larga pueden desarrollarse en emociones, lo que terminará por traer consecuencias.
Hay que saber manejar la presión del momento: esto es una cualidad difícil de cultivar, pero no imposible, ya que en la vida siempre se presentan momentos de mayor estrés. Las personas resilientes tienen una buena cualidad como es mantenerse serenas, centradas y tranquilas, lo que facilita la resolución de problemas.
Hay que ser realista: ser optimista requiere evitar pensar en situaciones que son probables a que sucedan, pero la persona realista siempre espera lo mejor y se preparan para cualquier imprevisto.
Subir la autoconfianza: Es una cualidad esencial; la persona que posee confianza en sus capacidades tendrá mejores resultados al afrontar los conflictos que se le puedan aparecer en la vida.
Ser objetivo: Cuando nos enfrentamos a un problema es importante que el enfoque no sea por qué o la razón del suceso, sino el cómo sucedió. Así podemos ver el error para que sirva como aprendizaje e intentar que no vuelva a suceder.
Ser flexible: Para sacar el mejor provecho a cada situación que se presente y facilitar la adaptación ante nuevos.
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